Emilia, querida, muy acertado lo que escribiste. Es cierto, tenemos necesidad de que nos demuestren el amor que sienten por nosotros de diversas maneras. Y ciertamente hay condicionantes en nuestra historia personal que a veces impiden que desarrollemos esa capacidad de expresar con palabras, gestos y acciones que verdaderamente amamos. Pero no es imposible, por experiencia te digo que Dios nos enseña en su Palabra cómo expresar amor, más allá de la genética o de nuestra personalidad o circunstancias. Meditar en la Biblia, en el ejemplo de amor que dio su hijo Jesucristo en la tierra y el propio sacrificio de Dios por la humanidad, nos ayudan a poner en práctica sus enseñanzas y eso se traduce en una nueva personalidad afectuosa y empática que hace feliz a nuestro prójimo y a nuestro Dios. (Juan 3:16; 2 Timoteo 3:16 y 17; 1 Juan 4:8; Romanos 13: 9 y 10)
Emilia, querida, muy acertado lo que escribiste. Es cierto, tenemos necesidad de que nos demuestren el amor que sienten por nosotros de diversas maneras. Y ciertamente hay condicionantes en nuestra historia personal que a veces impiden que desarrollemos esa capacidad de expresar con palabras, gestos y acciones que verdaderamente amamos. Pero no es imposible, por experiencia te digo que Dios nos enseña en su Palabra cómo expresar amor, más allá de la genética o de nuestra personalidad o circunstancias. Meditar en la Biblia, en el ejemplo de amor que dio su hijo Jesucristo en la tierra y el propio sacrificio de Dios por la humanidad, nos ayudan a poner en práctica sus enseñanzas y eso se traduce en una nueva personalidad afectuosa y empática que hace feliz a nuestro prójimo y a nuestro Dios. (Juan 3:16; 2 Timoteo 3:16 y 17; 1 Juan 4:8; Romanos 13: 9 y 10)
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